La verdad está en los detalles

[Correo enviado a Catalunya Ràdio el 30/10/2008 - Problemas Domésticos]

Para mí, la conciencia no existe.

La conciencia se genera gracias a un buen sistema de memoria que nos permite guardar y recordar hechos vividos, y a un buen sistema de análisis sobre esos recuerdos. Sin un buen sistema de recuerdos, seríamos incapaces de ser conscientes, ya que no podríamos analizar nada; empezaríamos de cero cada día, como un recién nacido.

Y sin un buen sistema de análisis tampoco seríamos conscientes, ya que tendríamos mucha información, pero seríamos incapaces de gestionarla o intentar comprenderla.

Podríamos poner un ejemplo muy simple: un coche, cuando funciona, gana velocidad, pero la velocidad en sí no existe. No podemos encontrar ninguna pieza en el motor que se llame “velocidad”; la velocidad surge de un conjunto de propiedades, como la gasolina, las ruedas, los ejes, el motor... Creo que la conciencia es lo mismo.

De hecho, la conciencia es una de las principales causas por las que no aceptamos la muerte. No podemos aceptar fácilmente que, si ahora estamos aquí, en un futuro dejaremos de existir. Mucha gente piensa que su yo no morirá, que en algún lugar debe ir. ¿Cómo es posible que mi yo deje de existir? Este razonamiento es producto de nuestro miedo a lo desconocido, a la muerte.

Nuestro cerebro no está preparado para aceptar eso.

¿Cómo era posible que antes de nacer nuestra conciencia no existiera? Es decir, la Tierra ha existido millones y millones de años sin nosotros, y sin embargo no podemos aceptar que pueda seguir existiendo muchos más años sin nosotros. Y la opción de creer que nuestra conciencia ya existía antes de nacer es aún menos fundamentada, y de hecho ni siquiera tiene importancia, ya que si no somos capaces de recordar nada de esa conciencia previa –porque nacimos sin ningún conocimiento previo (recordemos que todos aprendimos a hablar, a pensar, a caminar...)–, no vale la pena tenerla en cuenta.

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[Fragmento adaptado de un escrito mucho más extenso sobre la existencia de Dios]