La verdad está en los detalles

Cuando era pequeño siempre pensaba en lo maravillosa que era la herramienta que es nuestro cerebro. Cuando recordaba algo de mi pasado, me preguntaba: ¿qué maravilla, dónde guardaba las imágenes y los vídeos de mis recuerdos? Era capaz de almacenar imágenes del pasado y recuperarlas, como lo haríamos con una computadora.

Si un científico investigara lo suficiente, debería encontrar esas imágenes almacenadas en algún lugar de nuestro cerebro. Por lo tanto, conectando en algún lugar de nuestro cerebro se podrían revisar todas las imágenes y vídeos de nuestra vida.

Pero una vez escuché a un científico que me hizo replantear esa idea que llevaba rondando desde pequeño.

Él dijo que las imágenes que “vemos” al recordar un hecho vivido no existen, sino que antes de recordarlas existen emociones que “transformamos” en imágenes al recordarlas... y eso resulta mucho más complejo.

Siempre vemos el mundo con nuestros propios ojos... por lo tanto, en nuestra memoria debería conservarse la imagen tal y como la vimos.

Pero si forzamos el recuerdo, generalmente al evocar un hecho del pasado vemos las imágenes como si estuvieran grabadas con una cámara, viéndonos a nosotros mismos desde fuera... cosa imposible si se guardara una copia exacta de lo que ven nuestros ojos.

Incluso muchas veces, lo que “vemos” al recordar, no es lo que realmente ocurrió (o no tiene por qué serlo) sino lo que queremos recordar, o lo que nuestro cerebro quiere recordar... muchas veces son imágenes subjetivas... no reales, como las de una cámara.

Personalmente, cuando recuerdo hechos pasados, algunos los veo tal como sucedieron y otros los recuerdo como si los viera desde fuera... pero curiosamente, desde que sé que solemos recordar viéndonos desde fuera, ahora mi cerebro solo recuerda como si lo viera con mis propios ojos y no como si estuviera grabado con una cámara... ¿autosugestión?

Curiosa cosa, no soy científico, no puedo demostrar nada de esto; quizás sea una falacia y sea una autosugestión de una autosugestión, pero en el fondo no importa si es verdad o mentira, sino que te abre los ojos a pensar que las cosas pueden ser distintas, a cuestionar que no todo tiene que ser como creemos...